"Las alas de la paloma"
(The wings of the dove, 1902)
Henry James
Bruguera, 1981, trad. Alberto Vanasco, 600 pág.
(The wings of the dove, 1902)
Henry James
Bruguera, 1981, trad. Alberto Vanasco, 600 pág.
Nada me gustaría más que hacer un comentario laudatorio, pero no puedo. Durante el año pasado leí varias novelas cortas de Henry James; algunas sublimes como: "Otra vuelta de tuerca" y "Los papeles de Aspern" pero ninguna novela larga, me quedó pendiente la lectura de alguna. La casualidad ha determinado que sea "Las alas de la paloma", como podía haber sido otra, en principio no tenía ninguna preferencia.
"Las alas de la paloma" es una novela extensa, 600 pág. en las que prácticamente no pasa nada, aunque realmente eso no sea lo sustancial. Es una historia que podría explicarse perfectamente en cincuenta páginas y sabríamos lo mismo. Debo confesar que a estas alturas una trama que consiste en un esquema tan manido como; chica pobre guapa con tía rica, chica poco agraciada pero millonaria y chico pobre pero atractivo y simpático, me resulta poco atrayente. Me siento cansada de que una historia se cimente en el atractivo de la heroína. De las 600 páginas mencionadas, en las primeras 200 no pasa nada y uno siente una verdadera necesidad de abandonar, pero sigue, confiando en el autor, hacia la página 400, cuando todos viajan a Venecia, la cosa se anima gracias a la ciudad que los acoge. Llegados a la página 500 más o menos, vuelven a Londres; entonces la acción se precipita aunque de forma altamente confusa, hasta el final, oscuro donde los haya.
Es profundamente irritante que se dediquen tantas palabras a no decir nada. La información es continuamente escamoteada. Al principio del libro se habla de un padre cuyas acciones son inconfesables; nunca sabremos que ha hecho, ni siquiera los protagonistas. Más tarde la joven americana acude a un eminente médico, al que visita varias veces, sin que en ningún momento se nos diga que tiene o puede tener, manteniendo por otro lado un diálogo de lo más inverosímil, más cerca de un oráculo que de un médico. En todo momento sabemos que piensan, sienten, temen, imaginan, los protagonistas. Sus almas son desmenuzadas sin cesar, pero, por el motivo que sea tanto detalle no proporciona información sobre cómo son realmente. Tendríamos que asistir a la evolución y maduración de unos caracteres, pero no es así. Entonces lo que quedaría sería la propia música del texto, que funciona mientras están en Venecia, pero no el resto del tiempo, que nos perdemos en disquisiciones que no llevan a ningún lado.
Dicen que es difícil traducir a James, desde luego, yo con mi inglés medio no puedo leerlo directamente.
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