(The God Delusion) 2006
Richard Dawkins
Ed. Espasa Calpe, 2007, 450 pág.
Como ya anunciaba tiempo atrás en este mismo blog, esperaba ansiosa la salida de este libro. Más por el autor que por el tema.
Me gusta la vehemencia de Dawkins, su entusiasmo contagioso, su pasión por la ciencia y la verdad, su lucha contra la superstición y el oscurantismo. Pero.... en este libro Dawkins no nos cuenta nada nuevo, nada que no haya comentado antes. Así que, primera decepción. En algún momento el libro parece que demostrará científicamente la inexistencia de Dios, pero no es lo que hace, se limita a rebatir las posiciones afirmativas de la existencia divina. Lo cierto es que los planteamientos son un poco desordenados, como escrito en medio de un estado de cierta irritación, que puede dar la impresión de un todo enmarañado.
Dawking se equivoca cuando piensa que para no creer hacen falta alternativas mentales, algo que llene el vacío. Él sugiere la ciencia. En realidad la mayoría de las veces, no hace falta llenar ese vacío con nada y no se cae en la angustia.
Personalmente como nacida en un país católico y educada de forma abusiva en la religión, para posteriormente pasar a un estado de agnosticismo, me siento inclinada a respetar la creencias religiosas de los demás, esperando que a su vez no traten de influirme. No puedo definirme como atea, porque tampoco puedo demostrar la "no existencia" de Dios y tal empeño en situarse en los dos margenes me asusta e intimida. Claro que el biólogo de Oxford nos advierte que hay sociedades muy influidas por la religión, como los Estados Unidos o los países musulmanes, dónde radicales islámicos se suicidan por Dios y dónde el presidente Bush afirma que invadió Irak por indicación divina. Si las cosas son así, quizás no podamos ser tan tibios a la hora de respetar las creencias religiosas de los demás.
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