David Foster Wallace

Por lo que llevo leído me agrada bastante. Y me gusta de la misma forma que me disgusta Philip Roth. Leer toda su obra no será muy difícil; menos de diez libros.

Es una lástima que ya no esté. Se suicidó el 12 de septiembre de 2008, a los 46 años. Siento una fascinación difícil de explicar por los literatos suicidas. Es como si fueran más lúcidos en su visión de la realidad.

David Foster Wallace tenía un parecido físico, que me molesta, con nuestro Pau Donés de Jarabedepalo, porque cuando lo evoco me salen los dos. Su prosa refleja una mirada personal, distanciada de la realidad, perpleja, irónica (pero no mucho), compasiva, inteligente, cultivada, interesada por cualquier pequeño detalle, y consciente de nuestra fragilidad y contingencia en el mundo.

David Foster Wallace tenía una gran preocupación por el lenguaje. En su obra se mezclan estilos y se ensayan formas de disposición del texto, que pueden llegar a cansar. Sus notas al pie de página son muy extensas y de tipografía muy pequeña. Su forma de analizar los sucesos, por lo menos en los artículos, es bastante parecida en casi todos ellos. Lo cual si no conectas puede ser un inconveniente. Su lectura deja un poso de melancolía.

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