Conversaciones con Ciorán (1995)

"Conversaciones"

(Entretiens, 1995)

Biblioteca E.M. Cioran
 
Ed. Tusquets (bolsillo) 2010, 264 pág.

Se trata del texto que la Editorial Gallimard preparó tras la muerte del pensador rumano. Hay quien piensa que Cioran  (Rumania 1911-París 1995) es un pensador terriblemente pesimista y depresivo. Pero como el propio Cioran dice el efecto en el lector es el contrario; consuela, incluso anima. Porque lo que escribe es tan devastador, que no puede serlo.
 
Personalmente creo que este libro de conversaciones es el ideal para tener un primer contacto con Cioran. Ya que entramos en su pensamiento a través de las explicaciones del propio autor y todo parece más coherente. Me gusta su actitud. No rehuye ninguna pregunta, ni tema y se enfrenta a sus contradiciones.
 
Cioran concedía pocas entrevistas y en éste volumen hay no sé si la mayoría de ellas, en total unas veinte, desde 1970 a 1994. Resulta chocante que en cada conversación diga lo mismo, de forma que cada entrevista es una repetición de la otra. Ello se debe al curioso fenómeno que todos los entrevistadores vienen a preguntar lo mismo. Como si no conocieran la documentación existente o pensaran que el público no espera otra cosa cada equis años. Cioran sin perder la paciencia le vuelve a contar los mismos datos una y otra vez. Mientras lo leía recordaba la música de el Bolero de Ravel, que tiene una melodía que se repite una y otra vez sin ninguna modificación salvo los efectos orquestales. Esta reiteración de conceptos que en principio puede parecer tediosa, acaba teniendo su encanto y demuestra la sinceridad del pensamiento de Cioran.
 
Lo que sí me parece una lástima es que en ningún momento se hable de su vida personal adulta. Tan sólo esa obsesión por su momentánea adhesión a la “guardia de hierro” en su juventud en Rumania. Que no se mencione a su compañera durante tantísimos años Simone Boué  , muerta ahogada en 1997 y enterrada en la misma tumba que Cioran en el cementerio de Montparnasse (1). Que no se hable más de la vida que llevaba en París y su rechazo de premios y dotaciones económicas, a pesar de la pobreza en la que vivía. Incluso encontrar de qué murió es relativamente laborioso; de Alzheimer después de un lento deterioro. Y no se trata de una curiosidad morbosa por la vida del pensador, sino que así cómo en el caso de un literato, el conocimiento de su vida puede resultar innecesario, en el caso de un pensador es imprescindible. Hay la necesidad que la distancia entre lo que se dice y lo que se hace sea lo más corta posible. Se exige la máxima congruencia. Para mí la obra de Cioran se reivindica, precisamente, por su propia vida.
 
(1)
Montparnasse = monte Parnaso
Del nombre del monte de Grecia donde se suponía que habitaban las musas. Se aplica el conjunto de poetas y su actividad. Se dice que en el siglo XVII los estudiantes de París acudían al escarpado barrio a recitar poesía.

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