(1871, cuadro del pintor Manuel Dominguez Sánchez) |
Lucio Anneo Séneca ( Córdoba -4 a. de C., Roma 65 d. de C. ) fue un político, escritor y filósofo estoico cuyo nacimiento en Hispania siempre le ha conferido un cariño especial por nuestra parte. Marchó muy pronto junto con sus dos hermanos y su padre a hacer carrera en Roma, todos lo lograron (los tres hermanos triunfaron, los tres cayeron en desgracia y los tres se suicidaron). Séneca se tuteó con el poder imperial y su fortuna llegó a ser una de las más importantes de su tiempo.
Como filósofo cultivó durante toda su vida principalmente la filosofía moral. La mayoría de sus textos se conservan y están dotados de un estilo de gran calidad literaria. Sin embargo, es difícil compaginar los sabios consejos de moderación, frugalidad y resignación, con una vida dedicada a brillar en la escena política, enriquecimiento sobre todo mediante el préstamo de dinero y estar al lado de los poderosos. Séneca, que ya entonces era acusado de hipócrita, se defendía diciendo que sus riquezas las había obtenido sin derramar sangre, pero es una pobre excusa.
Podría decirse que el caso de Marco Aurelio (121-180), el emperador y también filósofo estoico, es parecido. Pero su obra se limita a las "Meditaciones" y son una conclusión al final de la vida, con lo que el tono es completamente distinto.
El pobre Séneca no sólo se comportaba de forma distinta a lo que pregonaba, sino que además tenía una capacidad de juicio respecto a las personas de lo más perjudicial. No sé como pudo estar junto a la dinastía Julia-Claudia (Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón) sin escandalizarse, ni como pudo ver en Nerón como maestro y preceptor suyo (y del que sabía había hecho asesinar a su hermanastro Británico), la esperanza de futuro. Cuando Nerón mandó asesinar a su madre Agripina, Séneca empezó a darse cuenta que todo aquello no iba a acabar bien, para él, e intentó alejarse del emperador y Roma, ofreciéndole su fortuna al emperador con la excusa de retirarse a una vida más tranquila, más estoica... pero Nerón no aceptó y a partir de ese momento y a pesar de que Séneca apenas aparecía por la vida pública, su posición ya fue precaria.
Con la excusa de un supuesto complot, Nerón ordenó a Séneca que se suicidara. El escenario está descrito por Tácito en sus "Anales":
Séneca está rodeado de amigos a los que habla y seguramente recuerda el final de Sócrates, así que intenta no hacer lo mismo. Primero se abre las venas de los brazos (junto con su mujer Paulina, pero a la que obligan a salvarse), como sea que la sangre apenas fluye, se hizo abrir las venas de las piernas y las de la parte posterior de las rodillas. Como todo se prolongaba sin que la muerte llegara, pidió le alcanzaran un veneno (cicuta) ya preparado. Lo bebió y siguió con vida, como si el veneno no le hiciera efecto. Finalmente entró en un baño caliente y el vapor lo mató.
Es como puede verse una muerte desgraciada y desastrosa. Todo cuanto enseñó y dijo encuentra su eco precisamente en su ocaso; sus últimos años y su triste final.
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