Fotos ampliadas



En casa cuando era pequeña había una caja como de zapatos donde se guardaban las fotos. Así, sueltas, sin ordenar. Los clichés no llegué a verlos nunca. Las fotos de esa caja sufrieron muchos accidentes. Cada persona que encontraba una foto que no le gustaba, la rompía.

Algunas de esas fotos pasaron a mis manos y las he tenido bien guardadas en un álbum. Casi todas son de tamaño pequeño, nunca las he visto grandes, ni he pensado en ampliarlas. Supongo que para gente más joven la sensación es distinta por tener otro material a mano, pero la ausencia de negativos es habitual en cualquier caso.
Una de las utilidades más insólitas que he encontrado del escáner es digitalizar algunas de esas fotos y por primera vez verlas grandes. Invito a hacer ese ejercicio. Crea una sensación de profunda extrañeza ver algunas caras bien por primera vez. Tanto de uno mismo, como de grupos en celebraciones. Es como si volvieras a conocer a esas personas y a ti mismo.

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