Miguel de Unamuno (1864-1936)
Ed. Cátedra 2010, 300 pág.
-novela filosófica-
Don Miguel de Unamuno nace en Bilbao en 1854, estudia en Madrid y acaba como rector de la Universidad de Salamanca, dónde reside durante bastantes años. Durante la dictadura de Primo de Rivera se exilia en París, regresa y muere en Salamanca en 1936. Escritor, filósofo y con una gran actividad política. Es una de las figuras más importantes de la Generación del 98 junto con Baroja y Azorín. "Niebla" es una de sus obras más señaladas que no había tenido oportunidad de conocer, así como tampoco su filosofía de forma específica.
Pero "Niebla" escrita en 1907 y publicada en 1914 es una obra que no sólo no me ha gustado, sino que me ha producido una cierta irritación. "Niebla" se presenta como una novela que no es, es una "nívola", para expresar que es algo distinto. Es una innovación donde la historia se reduce a diálogos e ideas y se trasciende el espacio ficcional, se mezcla con el real y el personaje principal habla con el autor y le pide que no le mate.
No discuto que la forma es original y no sé hasta que punto pudo ser la primera de este estilo, con lo que el mérito es indiscutible. Después en 1921, Pirandello, escribe la obra de teatro "Seis personajes en busca de autor" que sigue la misma línea. Sin embargo, el experimento se apoya en una historia determinada; la de Augusto Pérez un ser, sin ser, ocioso y aburrido que un día se asoma a la vida a través de los ojos de una muchacha y ya sólo vive para conseguirlos.
"Niebla" al ser despojada toda descripción y ambiente para alejarla de la novela realista, sólo sirve para demostrar que la descripción y el ambiente son el alma de la novela realista y lo que le queda a "Niebla" es una historia "realista" pobre, ñoñosa, pomposa en sus ideas, folletinesca y finalmente desagradable. El acercamiento a Eugenia es estúpido y el acercamiento a Rosario la planchadora es repulsivo. Seguramente Unamuno no era consciente de lo asqueroso que resulta ejercer una relación erótica de poder entre Augusto y Rosario y colocarla en sus rodillas como forma de acercamiento erótico. Sus opiniones sobre las mujeres son extravagantes y ofensivas y el final es innecesariamente cruel.
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