"Diario de invierno"
(Winter Journal, 2012)
Paul Auster (USA 1947)
Ed. Anagrama 2012, 243 pág.
-memorias-
(Winter Journal, 2012)
Paul Auster (USA 1947)
Ed. Anagrama 2012, 243 pág.
-memorias-
Hacía tiempo que no leía a Paul Auster, desde que empezó a parecerme todo igual. Sin embargo, disfruté con sus primeras novelas. Hay una imagen en una de ellas que siempre me ha acompañado toda mi vida: a un personaje que vive en situación precaria se le cae al suelo el último huevo que tiene para comer. Aunque yo entonces estaba en buena situación económica, porque trabajaba y era mucho más joven, tenía la punzante sensación de que reflejaba mi futuro de escasez.
Hace tiempo que no leo novelas, porque me cansan. Tengo la impresión de que todas me dicen lo mismo, lo que ya he leído hace mucho tiempo, cuando leía tantas novelas. Pero, "Diario de invierno" no es una novela, ni siquiera en teoría es ficción: es una especie de memorias o recuerdos o impresiones de una vida vivida. Yo no pretendía comprarlo, pero tenía que devolver otro libro y no encontraba nada en ese momento y veo que se suceden las ediciones de este título y pienso que está gustando bastante y me lo quedo.
Tengo que hacer un esfuerzo para leerlo, al fin y al cabo son casi 20 €, y eso que está bien escrito y es aparentemente entretenido, pero me cansan los pormenores autocomplacientes de su vida ¿realmente son interesantes? Lo que cuenta de su madre está bien, pero la discusión con el taxista francés ¿a qué viene? Hago una pirueta mental y me imagino que no es Paul Auster sino una persona anónima la que lo cuenta y entonces parece que lo que dice es más significativo, pero tampoco. ¿Por qué me recuerda a Woody Allen (1)? ¿o a Philip Roth (2)? es decir, judíos del área de Nueva York o New Jersey. ¿Por qué se vuelve un judío quisquilloso que esgrime vergonzantemente el Holocausto para lograr que le dejen hacer lo que le da la gana (episodio Madame Rubinstein)? ¿Por qué parecen más importantes las casas en las que vive que sus propios libros?
El texto está escrito en una distanciante segunda persona del singular: "porque tu haces tal cosa", no en un cercano "yo hice tal cosa". Es como si Paul Auster escuchara la voz de su "angel de la guarda" después de morir y antes de enfrentarse a su creador ("Qué bello es vivir" Capra, 1946), cosa que un judío no haría nunca porque creo que no tienen ángeles de la guarda, pero como imagen podría servir. Entonces en un tono de lo más concescendiente como una mezcla de Woody Allen+Steven Speilberg se hace repaso de una vida con todos sus detalles carismáticos; que si mi padre me dijo, que si jugando al béisbol, yo deseaba a todas las chicas, etc.
Auster tiene sesenta y pocos años empieza a verle las orejas al lobo ya que recuerda que su padre murió a esa edad de repente y él se siente bastante destartalado. Bien repasada su vida es en conjunto afortunada y ha triunfado bastante. Además su mujer es guapísima y inteligentísima y tienen una hija que también lo és.
Auster tiene sesenta y pocos años empieza a verle las orejas al lobo ya que recuerda que su padre murió a esa edad de repente y él se siente bastante destartalado. Bien repasada su vida es en conjunto afortunada y ha triunfado bastante. Además su mujer es guapísima y inteligentísima y tienen una hija que también lo és.
Todo ello es muy bonito si no fuera porque da un poco de tirria. No son las historias de felicidad que se sitúan más allá de nuestras posibilidades lo que nos interesa y de las que no puede aprenderse nada y que en el fondo no sabemos si son lo que son o lo que sus autores quisieran que fuera. Sino las historias tristes y desgraciadas que nos redimen de nuestra propia vida y de las que además podemos aprender algo.
Si me contesto el por qué este libro está teniendo tanto éxito diría que es porque es extrañamente femenino. Esa concentración en los detalles cotidianos, en las cosas y las casas, en dejar el mundo profesional prácticamente a un lado secundario, en la valoración de las relaciones y en el sobredimensionamiento de su relación amorosa con una walkiria a su alcance y el mundo espiritualmente tranquilo de los noruegos y/o escandinavos. Muy lindo pero demasiado cuento de hadas idealizado, levemente matizado por la sombra alargada de que todo esto se termina.
Paul Auster, entre su mujer y su hija |
(1) me recuerda a W.Allen por:
Diálogo aprox. de la película de W. Allen "Bananas", 1971
la chica- ¿has leído el I Ching?
Allen- He hojeado a Kierkegaard
la chica- desde luego es danés
Allen- él sería el primero en admitirlo ...
la chica- el otro día comentaba con un amigo que los escandinavos parecen sentir una instintiva atracción por la intimidad humana
Allen- (que está intentando ligársela) muy bien dicho, sepa usted que eso tiene garra
la chica- sí, mi amigo el danés tenía mucha garra
Allen- mucha garra
***
En la película "Annie Hall", 1977
la cena en casa de los padres nórdicos de ella y
el regreso en coche con el hermano Duane/Christopher Walken que está chalado.
(2) me recuerda a Philip Roth por:
sus libros "Los hechos" y "Patrimonio" autobiográficos, sobre todo el último, en el que narra el proceso de la muerte de su padre. Como sea que Roth también es de New Jersey y judío, sus recuerdos parcen intercambiables; la forma que habla de los parientes, de la muerte en sí, sus recuerdos de niño con el deporte/béisbol como eje central (que además parece como el certificado de la real americanización de unos niños judíos) y además en aquel momento Roth estaba casado con la conocida actriz británica, de la que luego se separó, Claire Bloom, con la que parecía establecer un tándem de superioridad distanciadora (Claire y yo=la reina y yo) parecido al de Auster y su mujer.
Diálogo aprox. de la película de W. Allen "Bananas", 1971
la chica- ¿has leído el I Ching?
Allen- He hojeado a Kierkegaard
la chica- desde luego es danés
Allen- él sería el primero en admitirlo ...
la chica- el otro día comentaba con un amigo que los escandinavos parecen sentir una instintiva atracción por la intimidad humana
Allen- (que está intentando ligársela) muy bien dicho, sepa usted que eso tiene garra
la chica- sí, mi amigo el danés tenía mucha garra
Allen- mucha garra
***
En la película "Annie Hall", 1977
la cena en casa de los padres nórdicos de ella y
el regreso en coche con el hermano Duane/Christopher Walken que está chalado.
(2) me recuerda a Philip Roth por:
sus libros "Los hechos" y "Patrimonio" autobiográficos, sobre todo el último, en el que narra el proceso de la muerte de su padre. Como sea que Roth también es de New Jersey y judío, sus recuerdos parcen intercambiables; la forma que habla de los parientes, de la muerte en sí, sus recuerdos de niño con el deporte/béisbol como eje central (que además parece como el certificado de la real americanización de unos niños judíos) y además en aquel momento Roth estaba casado con la conocida actriz británica, de la que luego se separó, Claire Bloom, con la que parecía establecer un tándem de superioridad distanciadora (Claire y yo=la reina y yo) parecido al de Auster y su mujer.
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