Mi último suspiro (1982), Luis Buñuel

"Mi último suspiro"
 
(Mon dernier soupir, 1982)

Luis Buñuel (1900-1983)

Ed. Ramdom House, debolsillo 2012, 340 pág.

-memorias-

Estas memorias se presentan como fruto de la colaboración entre Luis Buñuel y su amigo y guionista francés Jean-Claude Carrière (1931) a lo largo de dieciocho años. Los recuerdos más que seguir un orden cronológico se reunen en torno a temas con un resultado más atractivo.
 
Luis Buñuel el conocido cineasta español nace en Calanda (Teruel) en 1900 y fallece en México en 1983 como méxicano. Hijo de una familia acomodada gracias al padre que volvió de Cuba con posibles, tiene una infancia feliz y placentera que transcurre entre Calanda y Zaragoza. Sus recuerdos de aquella época son tanto los de un pueblo que aun vive como en la Edad Media, como los de una capital de provincias con sus atractivos metropolitanos. Son imágenes de una gran fuerza y contenido visual, como quizá corresponde a un cineasta. Con unos pequeños trazos se pinta un mundo. 
 
Pasa a estudiar a Madrid y coincide en la famosa Residencia de Estudiantes con Lorca y Dalí principalmente y con toda la intelectualidad y artistas del momento. Fue verdaderamente una apoteosis la capacidad de aglutinar que tuvo o bien la propia Residencia de Estudiantes o bien el momento histórico a tan diferentes espíritus creativos y de tanta importancia.
 
A acabar sus estudios de Historia (dentro de la facultad de filosofía ?) marcha a París con unos proyectos difusos; toca el violín y no sabe a ciencia cierta a qué dedicarse. Todos van allí y él necesita salir al extranjero y ver mundo. El cine tarda en entrarle. Sólo un montón de casualidades y circunstancias lo empujan hacia ese camino. París años veinte. Vamos un sueño! 
 
Después ya será un no parar; sus inicios como director de cine, el surrealismo, viajes, Estados Unidos; Nueva York y Hollywwod, la Guerra Española, colaboración con el gobierno republicano en el Francia, cine en Mexico, etc.
 
Más o menos la vida y las películas de Buñuel son bastante conocidas. Con este libro se tiene la oportunidad de oír su propia voz y dejar que nos cuente sus historias, sorprende la cantidad de actividades distintas que llegó a desarrrollar (chief editor en el museo de Arte Moderno de Nueva York), algunas de gran importancia. De sus películas habla, aunque no demasiado, pero lo suficiente.
Como casi de todos los temas, al fin el cabo el libro no es tan extenso. Hay muchas opiniones de lo que le parecían los demás, que en cualquier caso no hay que olvidar que era lo que le parecía a él. Conocemos sus gustos y sus ensoñaciones. Su yo íntimo, no, en realidad es demasiado reservado; habla de lo que hablaría entre amigos.

Hay un término chocante que se usa frecuentemente en el texto, que es el de pederasta como sinónimo de homosexual. Que si bien es correcto desde un punto de vista de diccionario, ahora tiene unas connotaciones precisas que aconsejarían no usarlo.

De Buñuel se acaba teniendo la impresión de esos muchachos de pueblo un poco brutotes que disfrutan con las bromas pesadas, los exabruptos, que después se le solaparán con la esencia del surrealismo (en una fiesta en Nueva York al poco del caso Lindberg, el matrimonio Dalí se presentó con Gala disfrazada de "hijo Lindbergh asesinado" con ropa de niño y manchada de sangre. Generalemente las puestas en escena surrealistas eran de un decidido mal gusto)
 
Creo que su visión de la guerra civil española es matizada y da los suficientes elementos de contraste para ofrecer una visión desapasionada y abatida. Buñuel sabe que los dos bandos cometieron autenticos disparates, pero el lado franquista estaba en posición de poder ser más generoso.

Buñuel fue un hombre con una inteligencia y sensibilidad singular, con un cine absolutamente original, personalmente algo cazurro, con una gran capacidad de trabajo y adaptación a modos de vivir continuamente cambiantes. También tuvo la suerte de coincidir en el tiempo y en el espacio con momentos históricos portentosos; el París de los años veinte y el Hollywood de entre guerras.
 
Sin duda a Buñuel le tocó vivir una época y una vida apasionante, este libro es una gran oportunidad de dejar que nos lo cuente.

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