la muerte de Susan Sontag (1933-2004)

Susan Sontag

Nueva York 16 enero 1933
28 diciembre 2004

escritora, ensayista

71 años


cáncer (leucemia)

total 20 años de lucha contra el cáncer

libro "Un mar de muerte" David Rieff, recuerdos de un hijo (Swimming in a Sea of Death: a Son's Memoir, 2008)
Editorial Debate 2008

Este es un libro en el que David Rieff (escritor y reportero de The New York Times Magazine) recopila sus vivencias sobre la muerte de su madre, la ensayista y novelista Susan Sontag.

De entrada puede parecer morboso como lector enfrentarse a esta clase de lecturas. Supongo que es fruto de una educación católica el considerar que es mejor estar reconciliados con la idea que hemos de morir. Recuerdo que cuando era pequeña en el colegio nos hablaban de una orden monástica en la que estaba prohibido hablar; sólo cuando se cruzaban en los pasillos les estaba permitido decirse unos a otros "recuerda que has de morir" a mí se me quedó en el cerebro.

Es por ello que me resulta tremendamente extraña la idea inversa: la que no hemos de morir. O así parecen pensarlo en general los estadounidenses, para quienes la muerte es la causa de un error. Algo que no han hecho bien; cuidarse, tener el mejor médico...

Susan Sontag sobrevive a dos cánceres letales, seguramente gracias a su gran confianza en que su lucha tendrá éxito, aunque a costa de sufrimientos terribles. Finalmente sucumbe a su tercer cáncer. Da la impresión de que la muerte una vez localizada la víctima, la siguiera durante veinte años hasta conseguir su objetivo.

El libro de Rieff no se limita a narrar la secuencia de hechos, va más allá; pone en duda los tratamientos médicos, cuestiona la ética y la estética de la relación con los moribundos, muestra su propia incapacidad de ayudar y perplejidad ante lo que no podemos administrar.

Seguramente para muchos la forma de actuar de Susan Sontag ante la amenaza de su muerte es un ejemplo de tenacidad y coraje, pero aunque considero que se debe luchar en lo posible llega un punto en que la inaceptabilidad de la muerte nos resta dignidad como personas.