Anna Caballé
Ed. Espasa Hoy, 2004, 420 pág.
-biografía-
Este es un libro escrito desde la más absoluta negatividad. Y esa es una carga que el lector debe de soportar a lo largo de todo el texto. No se trata de desmitificar, ya que Umbral nunca estuvo mitificado, sino la de expresar una animosidad relativamente incomprensible.
Anna Caballé (Hospitalet de LLob., 1947) es, sin duda, una competente profesora de la Universidad de Barcelona, especialista en literatura autobiográfica. Como sea que la obra de Umbral está caracterizada por ese rasgo, la autora decidió hacerle una biografía literaria. Corría 1997 y Francisco Umbral todavía estava vivo (1932-2007). Al principio y por lo que cuenta Caballé la relación fue positiva y parecía esperarse una colaboración fructífera. Sin embargo, las cosas se torcieron en cuanto se orillaron los temas privados. De todo ello hay una extensa explicación al principio del libro, de forma que parece que la biografía no empieza nunca o ya no existe por las dificultades: no lo hace hasta la página 55.
Por lo propios datos que aporta la autora puede suponerse que el propósito inicial no era la crítica virulenta hacia la persona y la obra de Umbral, ya que de haber sido así no se hubieran establecido esos primeros contactos agradables. Así pues, lo que parece es que una vez rotas las vías de diálogo y establecida la desafección entre ambos, Caballé le da a toda la biografía ese tono, innecesario, de desafecto y hostilidad por el escritor.
La autora debería darse cuenta que los hechos hablan por sí mismos. No es necesario apuntillar continuamente lo que ya es evidente, con comentarios en los que se recrea hasta la náusea sobre la mezquindad, arribismo, oportunismo y cincuenta mil adjetivos negativos más con los que adorna tanto la obra como a la persona de Umbral.
Es un fenómeno curioso el que cuando se pretende dejar a mal a una persona con tanta inquina, produce en el receptor un cierto sentimiento contrario, de entender que se está abusando, que se está exagerando.
Cuando Umbral vivía, no pude leer ninguno de sus libros. Era tal la fuerza negativa del personaje histriónico al que de tanto en tanto podía ver por televisión, que me provocaba un fuerte rechazo. Sin embargo, siempre había oído que escribía bien. Así que hace unos meses leí "La ninfas" y me pareció deslumbrante y me quedé con ganas de más y con curiosidad de saber quién era en realidad Umbral. Vivimos en un tiempo en que los referentes culturales apenas existen. Sorprende encontrar alguien que escribía tan bien y además era lo normal entonces. ¿Cómo hemos llegado a este desierto actual?
Después de investigar un poco me sorprendió su historia, con madre soltera y su niñez solitaria y escondida y en medio la guerra y su poca escolaridad y toda clase de infortunios debido a su origen, situación y por vivir en una ciudad provinciana. Un día Umbral decidió no llamarse Pérez y salir al mundo a tener éxito. También podía haber sido un psicópata, pero le gustaba ser escritor. Después resulta que cuando las cosas empiezan a ir bien, se le muere un niño de seis años de leucemia. Para volverse loco.
Cuando conoces estas circunstancias te sientes bastante comprensiva respecto al personaje que Umbral se creó de cara al exterior. Qué escribió demasiado, es verdad. Que quizá solo se salvan unas cuantas obras, quizá también es cierto. Pero esas, esas, hay que salvarlas y disfrutarlas.
A pesar de que la labor de Anna Caballé por destrozar a la persona y al autor es constante en el libro, también se ve obligada a hablar positivamente de alguna obra, o parte de algún libro, aunque siempre hay inconvenientes. Bien, a pesar de todo ello, la biografía es una gran fuente de información de mil y un detalles respecto a Umbral y lo que es más interesante, de toda una época.
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