Anna Karénina (1877), León Tolstói

"Anna Karénina" (1877)

Lev N. Tolstói  (León Tolstói) Rusia 1828-1910

Ed. Alba minux 2015, 1002 pág.


Extensa novela de estilo realista publicada primero como folletín en una revista y después como libro. 
Anna Karénina es una mujer de la alta sociedad de San Petersburgo casada con un importante funcionario y con un hijo de ocho años. Se enamora de un apuesto oficial y abandona a su familia. Finalmente se suicida.
Este sería a grandes rasgos el argumento de la novela. Clásica, burguesa, moralista, con sus detalles folletinescos: los protagonistas son guapos, ricos, de formas exquisitas, etc. que harían peligran un poco la recepción actual. Sin embargo y dado que hablamos de 1002 páginas, muy bien aprovechadas, el tema se desarrolla con tal cantidad de elementos secundarios y de profundización psicológica que traspasa esa barrera.
Por otro lado, la historia no es únicamente la del triángulo amoroso principal, sino que se estructura en torno a tres parejas emparentadas entre sí y de diferente andadura. Tenemos el matrimonio de Stiva (hermano de Anna) y de Dolly: él demasiado buen amante de la buena vida y de sus conquistas ocasionales, Dolly una mujer que ha dado a luz a varios hijos en pocos años y que en su treintena puede considerarse una mujer gastada y envejecida, sin casi atractivo para su marido.
Hay la pareja de Levin con Kitty. Ella es hermana de Dolly y al principio está enamorada del que se convertirá en el amante de Anna, por lo que ha rechazado a Levin. Con el tiempo se volverán a encontrar y formarán (según Tolstói) el matrimonio ideal, ya que ella después de su desengaño dificilmente cederá en el futuro a veleidades amorosas.
En cuanto al trío principal Anna, su marido y su amante Vronski, su relación parece tópica pero contiene muchos elementos dispares: Vronski no se cansa de Anna con el tiempo, los celos de ella son infundados y por otro lado Anna es una persona básicamente frívola y egoísta, que se ve arrastrada por sus impulsos más básicos. Hay dos escenas clave: el primer baile en el que le roba a Kitty sus ilusiones que ella conoce, y al final la asistencia a la opera cuando debería saber que no es aceptada. Anna prácticamente lo tiene todo, pero no le basta con Vronski, quiere lo que tenía antes y además a Vronski.
Otro acierto de la novela son sus elementos de inflexión: el tren (el propio Tolstói moriría precisamente en una estación de tren), que va apareciendo de diferentes maneras y marcando como una espina dorsal de la historia. Genial el accidente que recibe a Anna en su llegada a Moscú al principio de la historia y cómo pesará este hecho en su mente. También es importante la carrera de caballos (si Vronski tiene un caballo llamado Fru Fru tampoco podemos esperar mucho de él).
En definitiva, una novela que nos acerca a un cierto mundo de la aristocracia rusa en un momento de su historia y en la que podemos entrever un sin número de psicologías y circunstancias decididamente interesantes y pertenecientes, sin duda, a la más altas cimas de la literatura universal.

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