"Las partículas elementales"
( Les particules élémentaires, 1998 )
Michel Houellebecq
Editorial Anagrama, 1999 (2016) colección compactos, 320 pág.
Con este título, el escritor francés Michel Houellebecq (1956) se situó definitivamente en el horizonte referencial de la literatura francesa actual.
La novela nos habla de dos muy distintos hermanastros, Michel, un científico que puede aspirar al Nobel y de Bruno un funcionario de la enseñanza. Ambos se han criado con sus abuelas, ya que sus padres no les han prestado atención. Esta circunstancia ha influido en su deficiente crecimiento emocional, que también no puede ser más diferente: Michel es retraído e inmune a las emociones, Bruno está obsesionado con el sexo y la dificultad de relacionarse. Parecen un poco el doctor Jeckill y Mr. Hyde.
La historia se amplía a los antecedentes familiares por ambas ramas, así como a las personas con las que tienen relación. Ofreciendo con ello un cuadro que enmarca el siglo XX. De por sí bien contruido y muy entretenido. Pero la novela no se queda ahí, sino que además nos da cuenta de los movimientos sociales acaecidos durante ese tiempo, los cuales han decidido los comportamientos personales, de una manera tan sutil que las personas no parecen darse cuenta.
Lejos de responder con libre albedrío las personas están determinadas o indeterminadas, al igual que las partículas elementales de la física cuántica, a una serie de circunstancias e influencias que escapan a su control.
"O bien las propiedades ocultas que determinan la conducta de las partículas no son locales, es decir, que las partículas pueden ejercer una sobre otra una influencia instantánea a una distancia arbitraria, o bien hay que renunciar al concepto de partícula elemental que posee propiedades intrínsecas en ausencia de cualquier observación..." (pag. 124-125)
Así como a las propias leyes de la naturaleza, semejantes a las de la vida salvaje. O a un tipo de interpretación narrativa que al mismo tiempo produce consuelo e infelicidad.
"...tienes recuerdos de distintos momentos de tu vida que se presentan bajo diversos aspectos; vuelves a ver ideas, motivos o caras. Las historias coherentes de Criffiths se introdujeron en 1984 para reunir las medidas cuánticas en narraciones verosímiles...A partir de un subconjunto de medidas se puede definir un historia, lógicamente coherente, de la que en cambio no puede afirmarse que sea verdadera: simplemente, puede sostenerse sin contradicción..." (pág. 67)
Sin embargo, el libro no es eso, o no es simplemente eso. O bien es eso y después resulta que es otra cosa, con lo que gran parte de lo que se ha contado es innecesario. Hacia el final hay como una pirueta de salto mortal y se nos mete directa y sorprendentemente en la ciencia ficción. Podría decirse que es osado y original, si no fuera porque resulta artificioso.
En general pienso que es una obra estimulante e inteligente, también cínica y desesperanzada. Que plantea dilemas de alta filosofía sobre los que conviene reflexionar. Pero también puede detectarse la habilidad de Houellebecq para mezclarlo todo con un "exceso" de aventuras, o mejor dicho, desventuras sexuales de Bruno para amenizar la historia en una operación de descarada estrategia comercial.
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